Nueva Ley Hipotecaria

Nueva Ley Hipotecaria

La nueva ley hipotecaria permitirá cambiar a tipos fijos los préstamos a interés variable

De Guindos defiende en un foro organizado por ‘SUR’ y Unicaja que España está en recuperación gracias a la mejora de la competitividad y las exportaciones

Los titulares de hipotecas firmadas en el pasado a tipos variables tendrán la opción de pasarlas a tipo fijos, «con coste prácticamente cero». El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, anunció este lunes en un desayuno coloquio organizado por SUR y Unicaja Banco, que la nueva ley hipotecaria para adaptar nuestra legislación a las directrices europeas incluirá esa posibilidad para los hipotecados que en un 95% –aseguró- optaron en el pasado tipos de interés referenciados a la evolución principalmente el euríbor.

De Guindos defendió durante el coloquio que cerró el foro y en el que fue presentado por el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, que la nueva ley que regulará el mercado hipotecario con la «transparencia absoluta» como objetivo y dará al consumidor «toda la información en relación a un tipo de contrato de gran complejididad y que es el más importante que una persona realiza en su vida». En este sentido destacó que la intervención de los notarios en el nuevo marco legal será doble. «En la fase de precontrato y en la firma posterior», aseguró el ministro, que también anunció la posibilidad que la futura ley dará de cambiar a la referencia del euro las hipotecas contratadas en divisas. De Guindos, por otra parte, rechazó la idea de que se esté generando una nueva burbuja inmobiliaria- «Es un poco prematuro decir que hay burbuja en un sector tan complejo donde no es lo mismo una zona turística que un pueblo del interior».

Precisamente el abandano del liderazgo de la construcción como principal factor de crecimiento de la economía española en la década de los 90 fue destacado por el ministro en su conferencia como una de las expresiones del cambio en el nuevo patrón de crecimiento español, donde destacó que la mejora de la competitividad y las exportaciones representan actualmente los dos grandes pilares que sitúan al país a la cabeza del crecimiento en la zona euro. Defendió la necesidad de avanzar en esa línea, junto a la consecución del objetivo de déficit para las cuentas públicas y las reformas estructurales, entre las que citó la laboral como una vía que ha permtido «empresas más competitivas». Tras dibujar un contexto internacional económico «con nubarrones», entre ellos el ‘Brexit’, aludió la coyuntura nacional con revisión al alza de las previsiones a lo que contribuyen los datos interanuales de crecimiento trimestral –entre el 3,5 y 4%- para apoyar la previsión de crecer por encima del 3% en 2017.

«España es un país en recuperación», afirmó el ministro tras aludir a la célebre portada de The Economist de hace cinco años sobre la visión de una España al borde de la bancarrota, una referencia de la previamente el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, había echado mano en la presentación del ministro para situarlo como artífice de la política económica desde 2012. De Guindos defendió el rescate bancario decidido por el Gobierno entonces, como ahora la fórmula aplicada por el mecanismo de resolución europeo con el Banco Popular. «No somos conscientes del impacto brutal en la confianza que hubiera supuesto cuando estábamos al borde del colapso dejar que el Fondo de Garantía de Depósitos hiciera frente a los 110.000 millones en depósitos. Les puedo asegurar que el FGD no tenía ese dinero y que la única vía habría sido salir del euro y volver a una moneda local.

Destacó que España ha recuperado los niveles de competitividad que perdió con la entrada del euro y mantiene cinco años de crecimiento por primera vez con superávit por cuenta corriente en la balanza de pagos. Destacó que las exportaciones representan ya, con un 10%, de aumento hasta abril casi un 35% del PIB. Interpelado en el turno de preguntas moderado por el director de SUR, Manuel Castillo, sobre al aumento de los salarios en el actual contexto de mejora económica, De Guindos aseguró que, salvo el de los empleados públicos que lo aprueba el Gobierno, el de los asalariados depende de la negociación entre los agentes sociales, un «proceso natural ligado a la competitividad, que un factor muy variable, según los sectores y la realidad de cada empresa».

Apostó por la «normalización salarial teniendo en cuenta que nuestra tasa de paro es del 18% de paro, el doble de Europa, y una inflación del 1,5%». En relación al recurso del Gobierno al Tribunal Constitucional contra la jornada de 35 horas para los empleados públicos andaluces, De Guindo apeló a la «homogeneidad dentro de la función pública en el conjunto del país», y aseguró que en Europa no existe esa jornada semanal para los funcionarios en ningún país.